domingo, 1 de mayo de 2016

Personajes implicados y consecuencias

QUIÉNES SE VEN IMPLICADOS EN LOS ACOSOS


Cuando hablamos de agresión escolar o bullying, los agentes que se ven habitualmente implicados son:

·         Agresor: son quienes muestran las conductas de agresión a otros. Se caracterizan por mostrar altos niveles de agresividad tanto física como verbal, ser impulsivos, baja autocrítica, autoestima sobrevalorada, ultra asertividad en forma de desafío, poca empatía, no reconocen la autoridad ni las normas, se consideran líderes y son poco sinceros.


·         Víctimas: se caracterizan por ser agredidas pero no agraden a otros, poseen poco recursos sociales en la escuela, tienen pocos amigos, muestran poca asertividad, sentimiento de culpabilidad, baja autoestima, inseguridad, pueden fingir enfermedades para  no ir a clase, tímidos y tienen serias dificultades para imponerse o ser escuchados por sus compañeros.

·         Observador: son aquellos que no son ni víctimas ni agresores. No apoyan a los compañeros por la influencia y el miedo que los agresores ejercen sobre ellos.

·         Adultos: Los padres y profesores, a través del modelado y del refuerzo de determinados comportamientos en situaciones de interacción social, transmiten a los niños un estilo comportamental que estos tienden a replicar en sus relaciones sociales. Por otro lado, la intervención por parte de estos se presenta como un desafío importante pero fundamental a la hora de minimizar los efectos en el entorno infantil. Es importante que cuando se detecte un indicio de agresión los adultos cercanos se muestren abiertos y comprensivos con las victimas, ya que los niños se pueden mostrar reticentes a compartir su problema. Para abordar la situación por la parte del agresor es importante que tanto los padres como la sociedad educativa tomen cartas en el asunto de manera cooperativa en cuanto se detecte el problema.


CONSECUENCIAS DE ESTOS
  • En las víctimas: se encuentra el deterioro de la autoestima, ansiedad, depresión, fobia escolar e intentos de suicidio, con repercusiones negativas en el desarrollo de la personalidad, la socialización y la salud mental en general.
  • En los agresores: Para los agresores, las conductas de acoso pueden hacerse crónicas y convertirse en una manera ilegítima de alcanzar sus objetivos, con el consiguiente riesgo de derivación hacia conductas delictivas, incluyendo violencia doméstica y de género.
  • En los espectadores: Por su parte, los espectadores corren el riesgo de insensibilizarse ante las agresiones cotidianas y de no reaccionar a las situaciones de injusticia en su entorno. Cómo enfrentar la intimidación y maltrato entre alumnos. 
Por esto es muy importante hacer saber a los chicos y chicas que tienen derecho a su integridad física y psicológica y que nadie puede abusar de ellos ni física, ni psicológica, ni sexualmente. Deben conocer que actitudes y conductas no tienen que permitir en sus relaciones con los iguales y las personas adultas.Han de prepararse para afrontar conductas incomodas y las presiones del grupo. Romper la ley del silencio Sus relaciones han de ser igualitarias no de prepotencia ni de dominio-sumisión. Deben concienciarse de que tienen que informar y dar a conocer situaciones de abuso físico, psicológico que les sucedan y las que observen o sepan de alguno de sus compañeros/ as. Tanto a los padres o familiares como al centro educativo. Los espectadores deben mostrar una actitud de apertura, comunicación e interés por la víctima. No posicionarse en el lado del acosador y hacer que la víctima se lo cuente a sus padres o personas cercanas, incluso ofertar a ir con él si no está seguro. Han de ser conscientes de la importancia de mantener relaciones interpersonales cordiales, positivas y mutuamente satisfactorias entre iguales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario