sábado, 7 de mayo de 2016

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¿Qué es y cómo prevenirlo en el aula?



Bullying: Estrategias para prevenirlo y enfrentarlo.


domingo, 1 de mayo de 2016

Tipos de bullying

Hasta la fecha se han definido diversas modalidades de acoso escolar, entre las que encontramos las siguientes, con la correspondiente incidencia entre las víctimas:

1. Bloqueo social (29,3%)

Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la víctima. Todas ellas buscan el aislamiento social y su marginación impuesta por estas conductas de bloqueo.

Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red social de apoyos del niño.

Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente, entre el grupo de iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, etc. El hacer llorar al niño desencadena socialmente en su entorno un fenómeno de estigmatización secundaria conocido como mecanismo de chivo expiatorio. De todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir en la medida que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja huella. El propio niño no identifica más que el hecho de que nadie le habla o de que nadie quiere estar con él o de que los demás le excluyen sistemáticamente de los juegos.

2. Hostigamiento (20,9%)

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones de hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio, falta de respeto y desconsideración por la dignidad del afectado. El desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación gestual del desprecio, la imitación burlesca son los indicadores de esta escala.

3. Manipulación social (19,9%)

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social del niño y “envenenar” a otros contra él. Con ellas se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada negativamente sobre la víctima. Se cargan las tintas

contra todo cuanto hace o dice la víctima, o contra todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros. A causa de esta manipulación de la imagen social de la víctima acosada, muchos otros niños se suman al grupo de acoso de manera involuntaria, percibiendo que el acosado merece el acoso que recibe, incurriendo en un mecanismo denominado “error básico de atribución”.

4. Coacción (17,4%)

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total de su voluntad.

El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de vejaciones, abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí o sobre sus hermanos.

5. Exclusión social (16%)

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas conductas con las que el grupo que acosa segrega socialmente al niño. Al ningunearlo, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos, se produce el vacío social en su entorno.

6. Intimidación (14,2%)

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar, amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una acción intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el miedo en el niño. Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar.

7. Agresiones (12,8%)

Se designa con el término de agresión a aquel acto o ataque violento que tiene la firme intención de causar daño a quien va dirigido. La agresión es de alguna manera un acto que se contrapone al derecho del otro. Generalmente, quienes despliegan este tipo de acto presentan una tendencia hostil y agresiva evidente y constante contra si mismos y también muy especialmente para con el mundo que los rodea. Siempre, lo que se buscará con una agresión será provocarle un daño a aquella persona a la cual se dirige la misma. Entonces, una agresión, tradicionalmente, reúne estas tres características: intención de generar daño, provocación de daño real y una alteración del estado emocional en el caso del individuo que promueve la agresión.

8. Amenaza a la integridad (9,3%)

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las amenazas contra la integridad física del niño o de su familia, o mediante la extorsión.

9. Otros tipos

Acoso escolar homofóbico

El acoso escolar homofóbico o gay bashing se refiere a cualquier clase de daños hacia las personas, tanto, psicológico, físico y moral por tener o aparentar tener una orientación sexual diferente.

Ciberbullying


Con las nuevas tecnologías, el bullying se ha extendido al hogar de las víctimas, en lo que se conoce como ciberbullying. Los acosadores se encargan de molestar a través de Internet, con correos electrónicos intimidatorios, la difusión de fotografías retocadas, la difamación en redes sociales y hasta la creación de páginas web con contenidos agresivos.

Actividades relacionadas

Aquí se presentan propuestas de actividades dirigidas a partir de los 4 años, el desarrollo de las cuales en el aula ayuda a prevenir posibles casos de acoso y abuso escolar, a través de la construcción de vínculos entre los niños, y fortaleciendo su noción de empatía por los demás.

  1. Introducción a conocerse. El objetivo es conocer los gustos e intereses de los alumnos mediante diversas preguntas que presentará el profesor, para saber lo que piensan de ellos mismos y sobre los demás compañeros.
  2. Las normas de todos: Crear entre todos las normas y aprender a respetarlas para una convivencia pacífica y de respeto. Algunos ejemplos pueden ser
·         Saludar al entrar y al salir de clase.
·         Respetar el turno de palabra.
·         Evitar decir palabras “feas”.

  1. Reconocer y solucionar problemas de acoso: aprenderemos qué debemos hacer para ayudar y solucionar el problema. Para ello dialogarán entre todos sobre el correcto comportamiento en clase y expondremos imágenes sobre las que darán su opinión y cómo la solucionarían.

  2. Somos los animales amigos: Ayudará a que los niños respeten las normas establecidas en la sesión anterior. Utilizaremos juegos cooperativos referidos a los animales:

    1. Animales en parejas: A cada niño se le asigna un animal y tendrán que buscar a su pareja imitando el sonido del animal correspondiente.
    2. Partiendo de las parejas formadas en la actividad anterior, uno de los niños tendrá los ojos tapados y tendrá que ser su compañero el que lo guía a los animales que están pegados en la pared.
    3. Árboles y osos: Separaremos la clase en dos grupos de árboles y de osos. Los árboles estarán con los brazo abiertos diciendo “osito, osito, dame un abracito” y los osos los abrazarán. Después se invertirán los papeles.

  3. Juegos de sentimientos: El objetivo es que respeten las normas del aula y cooperen entre ellos mediante juegos los sentimientos y el afecto:
    1. Abrazo en grupo: Ya que a estas edades los niños no controlan su fuerza, les pediremos que se den todos la mano formando una cadena. Seguidamente la cadena irá rodeando a uno de los alumnos del extremo formando una espiral donde todos estarán abrazados unos con otros.
    2. Beso: Es un juego que requiere espacio, por lo que se hará en el patio. Un niño tendrá que pillar a los demás, cuando pille a un se tendrá que quedar quieto hasta que otro niño se acerque y le salve dándole un beso en la mejilla.

  1. Derrumbar la muralla: con este juego los niños aprenderán a ser pacientes y a respetar los turnos y a los demás compañeros. Se construirá un muro con los cojines de gomaespuma de la sala de motricidad y por grupos los niños tendrán que ir a derribarlo. Cuando acaben tendrán que reconstruirlo para que sus compañeros puedan disfrutar también de la actividad.

  2. Jugamos con los padres: De esta manera conseguimos estrechar la relación familia-escuela. En este juego participan también los padres de los niños, acordando una fecha en la que puedan asistir al menos un padre o una madre o familiar de cada niño. Realizaremos una búsqueda del tesoro. En parejas de dos niños con sus respectivos familiares tendrán que cooperar entre ellos para encontrar las pistas y conseguir el tesoro.

¿Cómo intervenir?

Estrategias para prevenir el acoso escolar en educación infantil.


Qué debe hacer el docente:

  1. El educador debe conoces las diferencias entre una situación de acoso o una pelea común entre niños, y reconocer pronto los signos de bullying y actuar rápido.
  2. El educador debe entender la importancia de actuar rápido sobre una situación de bullying, lo que puede detener y evitar una futura situación de acoso escolar.
  3. Es necesario hablar con todo el aula para definir cuáles son las conductas correctas y cuáles no. Esa conversación con los alumnos repercute en los alumnos, y sobre todo en las víctimas de forma positiva, porque de esta manera ellos se sienten más seguros y perciben que no están solos.

Pautas de prevención del bullying para la escuela:

  • La intimidación es algo injusto, y los adultos deben tomarlo en serio lo antes posible.
  • Prestar atención a los síntomas y posibles indicadores de victimización, como la falta de voluntad para ir a la escuela, el estrés o la tristeza.
  • Hablar con los niños de las “cosas buenas y malas” que ocurren en la escuela.
  • Enseñar a los niños a decir que no.
  • Dar a los niños la oportunidad de sentirse competentes.
  • Enseñar a socializarse a los niños que se sienten inseguros con otros compañeros.
  • Utilizar métodos de enseñanza y juegos que mejoren la integración de todos los niños.
  • Animar a los niños a ayudar a otros compañeros que estén involucrados en una situación de acoso escolar.
  • Enseñarles a decirle al agresor que se detenga y a pedirle ayuda a la profesora.

Estrategias contra el acoso escolar:

  1. Reaccionar pronto, ya que eso demuestra que el bullying no es aceptable en el aula y evita que una sola acción se convierta en una relación basada en el bullying.
  2. Asegurarse de que todos conozcan la política contra el acoso escolar, y que todos los alumnos, padres y todo el personal posible estén involucrados en su creación.
  3. Registrar por escrito observaciones, reuniones y las acciones tomadas, y asegurarse de que los registros se mantienen de acuerdo con el consejo de la autoridad local.
  4. Tomar en serio la intimidación, ya que sus consecuencias pueden ser negativas en el entorno y en el aprendizaje.
  5. Realizar talleres de sensibilización.
  6. Familiarizarse con una variedad de procesos, estrategias, habilidades y la forma de pensar que lo sustenta.
  7. Explorar alternativas al castigo.
  8. Recopilar información mediante la investigación y que los alumnos tomen parte.
  9. Prevención del acoso escolar sobre la cultura de la escuela y el aula.

Medidas preventivas

Aunque en infantil los niños todavía son pequeños para entender algunos conceptos, es muy importante llevar a cabo planteamientos y actividades donde la asertividad y la empatía sean los conceptos claves a partir de los que se pueda trabajar en profundidad el resto de conceptos. La idea principal, no sólo es reducir los comportamientos inadecuados y solucionarlos, sino que todos los niños implicados (agresores, víctimas, espectadores…) aprendan nuevas formas de comunicarse, de forma no violenta, de modo que interaccionen unos con otros de manera empática, poniéndose en el lugar del otro e intentando comprender sus sentimientos. Para esto, debemos crear situaciones hipotéticas en donde se les planteen a los niños posibles enfrentamientos. Los alumnos deberán de darse cuenta de lo que sucede y aunque no estén de acuerdo con sus compañeros, ser capaces de valorar lo que se les plantea y actuar de la manera más adecuada.


PREVENCIÓN MEDIANTE CUENTOS INFANTILES

A través del relato a los alumnos de cuentos infantiles donde se traten problemas que pueden surgir en el aula, comportamientos disruptivos o donde se trabajen los valores morales, se conseguirá hacer reflexionar a los mismos sobre qué cosas están bien o mal, a la vez que se les enseña a tener empatía con los demás y no reírse de las desigualdades. Como bien sabemos, los cuentos son herramientas imprescindibles en el aula de infantil, puesto que hacen más fácil la tarea de educar a través de la imaginación y el entretenimiento. Estos ayudan al niño a identificarse con terceros, con los mismos personajes, con los que empiezan a educarse en valores y a experimentar así sentimientos de justicia, valentía, etc. Planteando cuentos e historias en los que se aborde el caso concreto del maltrato escolar por parte de compañeros conseguiremos que todos los niños se pongan en la situación de la víctima y sean capaces de plantearse el problema como propio; ya sean acosadores, observadores, victimas, o incluso aunque no hayan estado aún cerca de ningún caso de acoso, estarán más concienciados para un futuro.


PREVENCIÓN MEDIANTE UN SOCIOGRAMA

Básicamente, el sociograma sirve para ver las expectativas que se tiene de ser elegido o rechazado por los miembros de un grupo, con lo que se consigue obtener información completa sobre la posición global sobre el grupo en su totalidad, y sobre cada individuo dentro del grupo; cosa que que resulta imprescindible cuando se quieren realizar estudios y comparaciones entre diferentes grupos. La importancia del test sociométrico, no es otra que conocer las características fundamentales de la dinámica social en los grupos; de este modo a través de los resultados extraídos del mismo, podemos identificar las relaciones entre los diferentes compañeros del grupo, la existencia de subgrupos, el grado de cohesión y de conflicto que existe, además de ver el grado de sociabilidad y las características de liderazgo de los componentes del estos. Puede aplicarse de manera individual o colectiva, aunque para trabajar con niños de cinco o menos años de edad, se recomienda hacerlo de forma individual. Siendo el maestro una persona que ya conoce, resultará más fácil que exprese sus sentimientos al plantearle las preguntas en el contexto de un conversación informal.

Durante la realización del sociograma podremos distinguir entre preguntas de afecto (¿a quién prefieres?) y de rechazo (¿a quién no eliges?), con lo cual obtendremos diversas informaciones de carácter cualitativo, diferenciando entre:

· Las personas a las que eligen.
· Las personas a las que rechazan.
· Las personas que le eligen.
· Las personas que le rechazan.

Esta información cualitativa, nos permitirá ver los vínculos establecidos entre los miembros del grupo, y por otro lado nos proporcionará, información de carácter cuantitativo, sabiendo así:

· El número de elecciones que hace una persona.
· El número de rechazos que hace.
· El número de elecciones que recibe.
· El número de rechazos que recibe.

Así, a través de estas dos preguntas, tendremos acceso a cuatro informaciones cuantitativas independientes respecto a cada miembro del grupo, que serán:

· Número de elecciones recibidas = popularidad.
· Número de rechazos recibidos = impopularidad.
· Número de elecciones emitidas = expansividad positiva.
· Número de rechazos emitidos = expansividad negativa.

Personajes implicados y consecuencias

QUIÉNES SE VEN IMPLICADOS EN LOS ACOSOS


Cuando hablamos de agresión escolar o bullying, los agentes que se ven habitualmente implicados son:

·         Agresor: son quienes muestran las conductas de agresión a otros. Se caracterizan por mostrar altos niveles de agresividad tanto física como verbal, ser impulsivos, baja autocrítica, autoestima sobrevalorada, ultra asertividad en forma de desafío, poca empatía, no reconocen la autoridad ni las normas, se consideran líderes y son poco sinceros.


·         Víctimas: se caracterizan por ser agredidas pero no agraden a otros, poseen poco recursos sociales en la escuela, tienen pocos amigos, muestran poca asertividad, sentimiento de culpabilidad, baja autoestima, inseguridad, pueden fingir enfermedades para  no ir a clase, tímidos y tienen serias dificultades para imponerse o ser escuchados por sus compañeros.

·         Observador: son aquellos que no son ni víctimas ni agresores. No apoyan a los compañeros por la influencia y el miedo que los agresores ejercen sobre ellos.

·         Adultos: Los padres y profesores, a través del modelado y del refuerzo de determinados comportamientos en situaciones de interacción social, transmiten a los niños un estilo comportamental que estos tienden a replicar en sus relaciones sociales. Por otro lado, la intervención por parte de estos se presenta como un desafío importante pero fundamental a la hora de minimizar los efectos en el entorno infantil. Es importante que cuando se detecte un indicio de agresión los adultos cercanos se muestren abiertos y comprensivos con las victimas, ya que los niños se pueden mostrar reticentes a compartir su problema. Para abordar la situación por la parte del agresor es importante que tanto los padres como la sociedad educativa tomen cartas en el asunto de manera cooperativa en cuanto se detecte el problema.


CONSECUENCIAS DE ESTOS
  • En las víctimas: se encuentra el deterioro de la autoestima, ansiedad, depresión, fobia escolar e intentos de suicidio, con repercusiones negativas en el desarrollo de la personalidad, la socialización y la salud mental en general.
  • En los agresores: Para los agresores, las conductas de acoso pueden hacerse crónicas y convertirse en una manera ilegítima de alcanzar sus objetivos, con el consiguiente riesgo de derivación hacia conductas delictivas, incluyendo violencia doméstica y de género.
  • En los espectadores: Por su parte, los espectadores corren el riesgo de insensibilizarse ante las agresiones cotidianas y de no reaccionar a las situaciones de injusticia en su entorno. Cómo enfrentar la intimidación y maltrato entre alumnos. 
Por esto es muy importante hacer saber a los chicos y chicas que tienen derecho a su integridad física y psicológica y que nadie puede abusar de ellos ni física, ni psicológica, ni sexualmente. Deben conocer que actitudes y conductas no tienen que permitir en sus relaciones con los iguales y las personas adultas.Han de prepararse para afrontar conductas incomodas y las presiones del grupo. Romper la ley del silencio Sus relaciones han de ser igualitarias no de prepotencia ni de dominio-sumisión. Deben concienciarse de que tienen que informar y dar a conocer situaciones de abuso físico, psicológico que les sucedan y las que observen o sepan de alguno de sus compañeros/ as. Tanto a los padres o familiares como al centro educativo. Los espectadores deben mostrar una actitud de apertura, comunicación e interés por la víctima. No posicionarse en el lado del acosador y hacer que la víctima se lo cuente a sus padres o personas cercanas, incluso ofertar a ir con él si no está seguro. Han de ser conscientes de la importancia de mantener relaciones interpersonales cordiales, positivas y mutuamente satisfactorias entre iguales.